El Señor X


La mujer detrás del escritorio parecía cansada. Sus lentes clásicos, dignos de otra era, reflejaban los datos que la pantalla gaseosa suministraba en el espacio vacío frente a ella. Un cuadro de Kazimir Malévich en la cúspide del suprematismo hacía las veces de fondo a una lámpara de lava que intentaba otorgar algo de vida a la decoración minimalista del lugar.

-Entienda Sr. Xener que como excepción el Ministerio del Interior ha accedido a esta entrevista personal, pero eso no implica que usted goce de alguna prerrogativa sobre el resto de sus coterráneos. Usted debería haber completado el trámite como todo ciudadano desde su propia casa. No entiendo su necesidad de…

-Quiero hablar con una persona…-respondió Pablo cansado de tanta espera-

-Ve? Eso es lo que no entiendo. Nuestros sistemas informáticos cuentan con la mejor tecnología de interacción humana. Casi al borde de la Inteligencia Artificial. Seguramente usted no ha podido descubrir cuando es atendido por un humano o no.

-Siempre.-

-No le entiendo. ¿Siempre qué?-

-Siempre me atiende una máquina.- dijo Pablo Xener con una nota de tristeza en la voz - Es fácil de saber. Nunca celebran una broma. Uno finalmente se da cuenta que no hay más empleados, excepto usted.-

-No es cierto Sr. Xener. Ve cómo está equivocado? Somos miles de empleados, sólo que no atendemos al público. Sería imposible atenderlos con la misma calidad que con las nuevas tecnologías. Pero por el momento eso no importa. Vayamos al grano. Usted tiene que seleccionar una de las alternativas que el Ministerio pone a su disposición. El plazo es de tres días y usted se ha retrasado…a ver… - dijo mirando un registro de su pantalla- casi , no, exactamente tres meses dos días y cuatro horas con dos minutos y treinta segundos…- lo miró reprendiéndolo por encima del marco de sus lentes -

- Usted no me entiende señorita. No me he retrasado. Me niego a tomar esa decisión. Ustedes ya han avanzado sobre más de lo que estoy dispuesto a entregar. C´est fini,  finito, enough, suficiente...se terminó -dijo sonriendo-

La mujer se acomodó los anteojos y rectificó su posición en el asiento. Estaba tomando conciencia que Pablo sería uno de esos casos problemáticos que le demandaban el mayor esfuerzo.

-Sr Xener... – dijo intentando una sonrisa- Sr. Xener, usted ha sido padre hace exactamente tres meses dos días y cuatro horas con …cinco minutos y aún no ha definido su compañía de seguimiento. Se puede saber cuál es el motivo ?

-No quiero que mi hijo esté sometido a este método…

-Con todo respeto, sus deseos no son relevantes Sr. Xener. Su hijo ya cuenta con el inserto del microchip que las regulaciones determinan. Como usted sabe al momento de cortar su cordón umbilical se hace uso de la incisión para introducir el set genérico de seguimiento personal, y usted aún no lo ha activado.

-Ni pienso hacerlo. Quiero que mi hijo sea libre de elegir su destino. No quiero imponerle nada como tampoco quiero que sea bautizado hasta tanto él no lo decida. Creo que antiguamente se lo llamaba libre albedrío.

La mujer se mantuvo un instante en silencio.

-Aún hoy se lo llama así... aún hoy. Lamentablemente Sr. Xener hace muchos años que se encuentra vigente el sistema de trazabilidad humana y no es optativo, es parte de la Constitución Nacional y asegura la inclusión social y la seguridad interior. Usted como todos cuenta con un único número de documento, el 234.456.895.PEX que se corresponde con sus permisos de trabajo, registro de conductor, clave impositiva, marca de geolocalización, débito y crédito bancario, dirección IP y número telefónico. El sistema ha demostrado ser muy útil con un solo número guía para cualquier requerimiento personal.

-Y mientras el Gran Hermano -dijo con un gesto de entrecomillado- hace de las suyas yo ni siquiera soy Pablo Xener. Me he convertido sólo en un perfil, un elemento de búsqueda codificado en binario. Ya no disfruto ni siquiera de privacidad…Hasta cuando sueño me llegan imágenes de la Red, ofertas de servicios, planes de descuento y llamadas equivocadas. No, no quiero eso para mi hijo.

Pablo se acomodó nerviosamente sobre su asiento como quién se planta en sus convicciones.

-Tenga en cuenta que así hemos erradicado todos los problemas del pasado. El buscador Finder ideado  por el genio de la informática Marcos Bergzücker necesita un único elemento para poder rastrearlo. Cada consulta de datos tiene su ID. Cada viaje o desplazamiento GPS, compra, pago de impuestos, plan de salud, débito y crédito bancario. Podemos saber cómo interactúa y con quién. De esa forma no hay posibilidad de que cometa un delito sin que nos enteremos y si lo hace, no podrá ir muy lejos. Es lo mejor que podía habernos pasado.

-Lo dudo mucho. Hemos creado problemas nuevos.

-Mire Sr Xener, usted está obligado por la ley a optar por una de las tres operadoras que manejan el sistema; Movilstars, Diáfano e Individual. Cualquiera le brindará el servicio a su hijo con esmero y lo mantendrán informado de las nuevas liberaciones de juegos, música on-line y ofertas de telefonía y video…Un minuto por favor-

La mujer tocó el lóbulo de su oreja para atender una llamada entrante. Parecía que la comunicación era deficiente pues trataba de enfocar sus ojos en una imagen de video que Pablo no podía ver pero que viajaba por dentro de la mujer desde su ombligo hasta su nervio ocular.

-No, gracias , no estoy interesada en un plan de salud que incluya recambio de chip y actualización del firmware SIM sin costos…No, está bien. No es nada. Gracias-

Y volvió a tocar su lóbulo para cortar.

-Sabe que estaba hablando con una máquina , no? Que no era necesario ser tan educada? Que la están llamando porque seguramente ayer ha puesto en algún buscador un argumento referido al chip o a operaciones de plan de salud? Incluso sólo puede haber escrito "Plan de Salud" en alguna búsqueda y ya sería suficiente como para localizarla e inundarla de información. Es todo tan automático...

-Si, lo sé- dijo como entendiendo el punto al que Pablo hacía referencia-

-Incluso esta tarde la contactarán para un curso de postgrado para mejorar su interacción con humanos problemáticos. -dijo sonriendo- Nunca falla. Le decía que no quiero eso para mi hijo.

-Lamentablemente su opinión en este caso no es relevante Pablo -dijo ella ex profeso para generar un acercamiento más personal-. Si usted no decide, la ley nos autoriza a asignarle de forma forzosa un abono de por vida con la empresa Movilstars. Claro que su hijo podrá renegociarlo al alcanzar la mayoría de edad…-

-Marta no?.

-Si- respondió ella detectando la ironía

-Mire Marta, todavía estoy pagando las cuentas acumuladas durante el tiempo que he estado sin trabajo ¿y ahora se sumarán las del servicio de mi hijo que ni siquiera habla?. Mientras tanto ustedes podrán vigilarlo, o peor aún, programarlo insertándole conocimientos subliminales orientados al beneficio de este experimento social…no gracias. Simplemente podría usar un electroimán para anular la programación residente en la SIM y terminarían mis problemas.

-Como usted sabe y estoy obligada a recordarle, cualquier daño o pérdida está sancionada por la ley 238884-1 del código penal  e implica incluso condenas a prisión de entre tres y veinte años…

Pablo pareció meditarlo como una posibilidad cierta.

-Cuál es la diferencia? Ya soy un prisionero que le paga al Estado...Al menos en la prisión me desconectarán del servicio y mi familia tendrá un gasto menos. Pero no se preocupe Marta, el mundo es extenso y aún no han logrado la cobertura global. Existen bosques donde los drones no pueden lograr visual, ríos plenos de peces, árboles que entregan sus frutos sin pedir un código de débito y terrenos que aún se encuentran sin ocupar. Creo que tengo aptitudes para vivir fuera del sistema.

A la empleada pareció no agradarle hacia donde se dirigía la conversación. Apoyó sus brazos sobre el escritorio y se inclinó sobre él acortando la distancia que la separaba de Pablo.

-Mire- dijo la mujer bajando un tanto el tono y de manera confidencial, casi susurrándole- usted sabe que no le conviene ir contra la corriente. De la misma manera que nadie le preguntó nada y al momento de nacer usted vio la luz con una cuenta prepaga ya instalada, ahora debe hacer lo mismo con su hijo. No lo está traicionando, lo está incluyendo en la sociedad. Piense que quienes carecen del inserto se convierten en parias sociales y estoy segura que usted no quiere eso para su hijo. Mire, elija una, la más barata y después dedíquele un poco de tiempo a la colocación de filtros. No son económicos, pero son una opción que el gobierno pone a su disposición para que pueda tener algo de control. Manéjese con cuidado. No se meta en más problemas. No vale la pena. Ya todo está dicho y hecho…Recuerde que está siendo grabado.

-Perfecto Marta, -dijo Pablo en voz alta- así podrá escucharme tantas veces como sea necesario hasta entenderme...

Marta sonrió nerviosamente como producto de la sorpresa.

-Lo que no entiendo es para qué solicitó esta audiencia si no está dispuesto a conceder nada...¿Qué resultado esperaba obtener?

-Es estúpidamente simple Marta. Sólo he venido a devolverles lo que es de ustedes... - dijo Pablo mientras depositaba sobre el escritorio tres microchips genéricos con imperceptibles rastros de sangre coagulada- ni perdidos ni dañados, porque ya no podrán encontrarnos nunca más.

La empleada instintivamente activó la alarma oculta bajo su escritorio consciente de que no solucionaría nada porque el único agente de seguridad disponible se encontraba en el contrafrente del edificio, casi a diez minutos del lugar.
Pablo se despidió sin más palabras, con una sonrisa amable y franca, mientras Marta aún congelada por la sorpresa, lo veía caminar lentamente hacia la puerta de cristal que los separaba del hormiguero en el que se convertía la calle en pleno mediodía.
Lo observó a contraluz ya en la calle y de espaldas. Su figura se detuvo tan solo un segundo, como disfrutando el momento. Notó por el leve movimiento de su torax que llenaba profundamente de aire sus pulmones en una gran bocanada, como un buzo que está por sumergirse en el más profundo de los anonimatos.


OPin2015

9 comentarios:

  1. llegará ese momento?

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  2. ¡Magnífico cuento! Yo con gusto preferiría ser una paria social antes de verme incluida en ese modelo de sociedad. Aunque a veces me pregunto qué gracia tiene pertenecer a alguno. Me ha encantado. ¡Un abrazote, Opin!!

    (Y mil gracias por ayudarme a difundir el Trébol.. :) )

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Fritzy.

      Soy de la idea que ya está ocurriendo. Al menos en mi país saben donde estamos y vamos por la tarjeta de transporte, Google me inunda de publicidad según lo que estoy buscando y las telefónicas me venden todo lo que no quiero. Estamos dentro, sólo es cuestión de tiempo llegar a la situación del cuento.
      Yo como usted y como Pablo, me iría al medio del bosque o a una isla desierta (con agua potable :))

      (Como usted sabe, difundo El Trébol porque creo que es de una calidad inmejorable)

      Cariños.

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  3. muy buen cuento, te felicito me gusto mucho

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  4. Interesante relato, llamó mi atención desde la primera línea. No he podido evitar sentir un escalofrío, da miedo pensar que en un futuro las cosas sean algo parecidas a lo que se narra en él. Un saludo.

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Todo comentario crítico realizado desde una sana intención constructiva, será doblemente agradecido.
Muchas gracias por tomarse este tiempo para opinar.


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