Ella me conquista con sus tacos aguja y las
puntas de sus zapatos apuntando hacia una intersección ubicada justo en medio
entre la nada y el infinito. Parece un sueño hecho realidad. El pelo recogido
sobre un hombro que acaricia insistentemente y un escote que invita a
zambullirse en medio de su cálida y turgente tectónica de montañas. La sonrisa
nívea enmarcada por labios carnosos y de profundo carmesí, surge luminosa como
un faro en la oscuridad para guiarme al placer carnal más alejado del alma, en
el centro mismo e irracional de mi privado y salvaje coto de caza. Todo parece
sacado de una novela erótica de poca monta orientada al público femenino
de la cuarta década, sin embargo aún no sé ni siquiera como nombrarla. ¿Maca?, ¿Leila?,
¿Carla?... Es una falla demasiado evidente que debo comunicar. Una corrupción
de datos básicos.
Ella me llama Franco, pero debería saber que soy
Marcos. No es que me conozca. Estaba declarado en el formulario de carga antes
de haber comenzado con todo este baile. Se trata como siempre de una nueva
falla por substitución y en el protocolo ya son 2899 sólo en ésta versión,
mientras que el parche del bio-programa tiene casi la misma cantidad de
ediciones y sigue sin operar correctamente. Mientras lo pienso disfruto y
continúo acariciando sus firmes nalgas, exponentes de una marcada lordosis
lumbar que ilumina mi imaginación en poses que serían rutinarias sólo para un
entrenado contorsionista circense, tan extremas como mi propia imaginación o el
mejor y más incómodo porno aún por filmar.
Nuestras manos van en busca del sexo del otro, ya
húmedos y necesitados de una ulterior acción pero escucho un ladrido cercano. Ella igual me besa con un beso profundo, largo y húmedo, humedad que desborda
mi boca y se expande a mi cara y más tarde al cuello hasta lograr generarme
un intenso reflejo de la micción y a despertarme en medio de una aguerrida erección que ni una sobredosis de citrato de sildenafilo habría
logrado.
Schnösel me está lamiendo la cara entre ladridos
constantes. Todavía no ha comido y ya se encuentra muy avanzada la tarde. Descartando cualquier vinculación con la zoofilia, deduzco que una vez más perdí la noción del tiempo en medio de
uno de mis reiterados viajes y alguien con cuatro patas, una cola y poca
sutileza, me lo está reclamando.
Cada día de sus seis años he intentado enseñarle
al pobre y testarudo bicho como apretar el inmenso botón rojo con forma de
hueso del expendedor automático de alimentos, pero el animal es más testarudo,
ignorante, daltónico o vago que yo y simplemente se sienta con su lengua afuera
mirando como todo lo hacen los demás no sin demostrar algo de pervertido y casi
humano gozo.
Anoto en mi móvil un recordatorio para reportar
los desvíos del programa mientras Schnösel me aturde con sus fauces destrozando
esas piedras de cantero que llaman alimento.
Al menos no va a cagar blando ni con mucho olor.
Vuelvo a analizar lo ocurrido en mi sueño
frustrado y me repito que no por barato el usuario tiene que aceptar su mal
funcionamiento, así es que decido encaminar mis pasos hacia la tiendita del
horror de Artz, como me gusta llamarla, ubicada al final de la galería
comercial frente a la plaza del pueblo, justo donde nadie llega, agotados ya de
tanta vidriera vacía donde se acumula el correo en facturas cubiertas de polvo
y olvido.
Oscura por fuera y por dentro, la pobre tienda
sigue necesitando año tras año la ayuda de una franela o al menos un plumero
que cambie el polvo de lugar y así dar la sensación de que alguna alma en pena
sigue vagando por allí y es el motivo que ha espantando a todo cliente.
Artz es el dueño y encargado permanente, posición
que desaburre gracias al uso del mismo producto en venta: el IS, o Interferon
Sináptico, la primera molécula de diseño programable digitalmente para
entretenimiento personal. La droga blanda como solemos llamarla quienes
defendemos su inocuidad frente a las drogas duras que terminan en serios
predicamentos para el usuario.
Claro que Artz no es su verdadero nombre. A mi empresario amigo antes solían tratarlo de
"Don", hecho que, aunque uno pueda considerar respetuoso, nunca llegó a ser totalmente de su agrado,
tal vez porque sentía que era una forma tácita de señalarle al Mundo que carecía de
cualquier tipo de título profesional habilitante y que se le daba así un trato que lo
desmerecía. Así es que construyó su propio apodo "Artz", palabra que en el
idioma germánico de sus ancestros significa nada más ni nada menos que médico.
Con esa simple y tonta medida había logrado que nadie más le dijera
Don Sigfrido como es su nombre en realidad. Y aunque nos cueste no llamarlo Chifri, todos estamos acostumbrados a que Artzy sea nuestro tolerante y económico
proveedor habitual.
Como sea, la cuestión es que el susodicho elabora
desde hace varios años su propio IS a precio mucho menor que el del mercado
oficial regulado por el gobierno. Dice que por definición el IS no es una droga, que aún cuando se trate
de una molécula creada artificialmente, que produce efectos en el sistema
nervioso central modificando el estado de ánimo o produciendo placer, que incluso pueda
tener potencial de abuso, no cuente con fines terapéuticos, altere los
aspectos afectivos, cognitivos y conductuales y que además pueda ser auto administrada
creando adicción, sigue siendo la mejor amiga de cualquier adulto aburrido en
búsqueda de la más pura, económica, inofensiva y simple diversión.
El problema con la IS es que debe ser pre
programada por un especialista medianamente bueno como él, teniendo en cuenta y de común acuerdo
con los deseos del usuario o cliente.
Por eso es que tengo que pasarle la lista de los desvíos
de programa y así evitar una nueva decepción con la mujer de mis sueños.
Sería el parche 2909.
Sería el parche 2909.
-Tengo novedades- Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja mi no diplomado
proveedor apenas me vio cruzar la puerta-
-Y yo te tengo una lista de quejas chabón...Para
empezar otra vez tuve que terminar el programa "manualmente"...
- ¿En serio mein lieber Freund ? mirá que te salen pelos en la palma de la
mano...-dijo con la sonrisa ya medio apagada- No, te cuento, te cuento, lo que pasa es que recibí información
de un hacker amigo que trabaja para BIOCOM y creo que puedo modificar mi IS
para convertirla en ProInterferona de mediana calidad...Nada muy elaborado ya que
no tengo todo el equipamiento, pero funcional...
-¿Vos me hablás de imitar una de las tecnologías más caras de todas las que se conocen? ¿En
serio? sería un golazo chabón...me anoto... claro...aunque no sé si podré
pagarlo. Por más barato que sea, ya estoy tocando fondo y Petra me saca todo para la manutención... ¿Te diste cuenta que la sigla ahora sería PIS...? - le digo sonriendo
mientras muestro las lampiñas palmas de mis manos-
La ProInterferona Sináptica no es otra cosa que el resultado de
una segunda etapa de desarrollo donde la molécula IS aprende en base a
muestreos constantes donde y cuando actuar gracias a la lectura de los
recuerdos almacenados en la memoria del usuario. Un sistema autónomo que tan
solo debería contar como limitante el evitar situaciones o hechos que
pudieran dañar o traumatizar al cliente. Es que, por ejemplo, yo no quisiera
soñar mil veces las mismas cosas una y otra vez y menos si esas cosas se
convierten en pesadillas o situaciones estresantes. De allí que aún los laboratorios de diseño más importantes se encuentren desde hace años a punto de iniciar las pruebas sobre
humanos sin lograr obtener hasta el momento el permiso de los organismos
reguladores de la salud.
-Si te parece -le digo en un intento de sacar
partido de la situación- yo puedo ser tu conejillo de indias...a cambio de
provisión gratuita... digamos...por los siglos de los siglos...amén...-total (pienso) el "no" ya lo tenemos de antemano-
Artz ni siquiera me responde, supongo que estaba
esperando una propuesta por el estilo y se está poniendo a trabajar de
inmediato en mi primer viaje. Claro que no existiendo otros oferentes que
quieran competir y dada la voluntad manifiesta del científico iletrado,
el trabajo y la remuneración ya debo considerarlos absolutamente míos. Junto
con los riesgos, se supone.
La primera dosis la programa con los mismos datos
base que su antecesora menos compleja. No vamos a andar perdiendo tiempo en
trivialidades. Para él y con la finalidad de ir sobre seguro, lo importante es
el funcionamiento dinámico y no la calidad de los datos de inicio, así que ya
podemos considerarnos listos para comenzar con lo que hay.
Veo que una de las ventajas del nuevo modelo
radica en que la inyección ya no hay que aplicarla de la antigua manera cruenta
directamente sobre la yugular. Las nuevas moléculas cuentan con un sistema de
orientación propio con su correspondiente mapeo que les permite encontrar la
corteza cerebral con facilidad y una vez inyectada en el brazo o el muslo,
orientarse por el flujo sanguíneo hasta alcanzar las neuronas y establecer las
conexiones sinápticas necesarias.
Solo me recosté en la camilla y Artz me aplicó la
inyección electrónica.
- Quedate tranquilo Marcos. La Neuroingeniería es lo mío. Tengo todo
bajo control. No puede fallar...
Y veo una pared de luz.
La luz duele. Nunca lo había notado con
anterioridad sin estar tirado en la playa, pero lo suponía. Pienso que debe ser la razón básica por la que
los bebés nacen con los ojos cerrados y se niegan a abrirlos hasta estar
seguros de estar protegidos en la sombra del regazo de la madre con una teta al alcance de la boca.
La luz duele, digo, y en cuanto abro mis ojos una
catarata de material blanco munido de millones de filos cortantes de claridad
caen súbitamente sobre mi nervio óptico sin la más mínima conmiseración.
Pero todo dolor pasa o se asimila con el tiempo,
y esa luz que me ciega de manera destructiva, al tiempo me permite sentir en su
lugar el ardor indescriptible que quema todo mi cuerpo.
La duda está planteada, ya no se cual dolor es
preferible y debo batallar con los dos simultáneamente.
-Ahora no sos tan machito vos huinca sorete, ¿no?-escucho
que dicen a mi lado-
Trato de localizar el origen de aquella voz y
volteo para encontrarme sólo con una figura sombría recortada contra un fondo
blanco luminiscente.
-Huinca, ¿vos desertor? ¿Cagón vos? ¿Vos juyendo
de lo otro milico? ...Hablá antes de que se te seque el garguero...
Y parece que en mi cerebro una ficha cae
correctamente haciendo mucho ruido, pero en un casillero muy alejado de la zona
de confort de la felicidad. Más bien digamos que cae para el lado oscuro que uno siempre anda esquivando.
Reacciono de la manera más infantil que podría haber pensado o permitido mi desesperación
-Si, Indio. Huinca desertor, pero ni cagón, ni mata indios. Soltame y hacemos un trato. Un arreglo... ¿Qué andáy queriendo vó?- le dije en una traducción libre de lo que creo que es la manera autodidacta del hablar indígena-
La figura se corre un poco hacia la sombra y
puedo ver a un indio mapuche o araucano y más allá su caballo tordo atado a un raquítico
caldén que apenas podría retenerlo en una estampida.
-No. Quidequeo no quiere tratos con vos sorete,
Quidequeo tiene todo lo que necesita. Vos milico, y a Quidequeo no le gustan
los milicos. Y me huelo que a los milicos tampoco les gustás vos, sorete. Mejor
quedate así nomás. Alhue está encima tuyo esperando que te mueras. Él te va a pacificar la Araucanía a vos...sorete...
-¿Alhue?
-Si. Ustedes lo llamás Diablo. Con cuernos,
ése...el que vive en el Miñche Mapu...Y yo lo veo colgando de la cola sobre vos. Te está esperando para comerse
tus tripas y tirarle tu corazón a los caranchos...
Las llagas originadas por las quemaduras del sol
ya comienzan a asomar sobre mi piel y el dolor que me producen es apenas
comparable al de los insectos que bajo mi sombra han comenzado a alimentarse
por todos mis orificios, incluidos los naturales.
Algo me recuerda un pasaje del Martín Fierro y me
doy cuenta que el estaqueado nunca tiene mucho tiempo de sobrevida en las
condiciones del desierto. Incluso en lo gélido de las noches.
Cuatro pitones de madera, probablemente extraídas
del caldén, están clavados en forma de equis siguiendo mis extremidades. Brazos
y piernas se encuentran firmemente atados a ellos mediante lonjas de cuero
crudo humedecido, que a medida que se secan, se contraen y hacen que mis
ataduras se endurezcan y estiren toda mi osamenta inmovilizándome aún más. Los labios cuarteados, la sed extrema y las llagas quemando mi piel, son relojes a los cuales ya se les termina la arena en medio del inmenso desierto.
El indio comenzó a pegarme en los testículos con
una vara.
-Huinca huevón. Huevón y mata indios. Mi gente
muerta por milicos tres inviernos atrás. Se los llevó la Ngenechén al Wenu Mapu. Pero a vos
te va a llevar Alhue, porque indio ahora quiere matar huinca sorete...
Entendiéndo tan sólo la mitad de lo que dice atino a responder en un susurro, casi sin aliento ni convicción.
-No Quidequeo, yo no era milico hace tres años,
te lo juro, no, yo hace poco que caí en la leva y me estaquearon porque no
quise matar indios como vos...- la mentira nunca ha sido mi
fuerte- Yo huinca sorete pero bueno...
-Huinca cree que Quidequeo come pasto- dice el
indio mientras con una risotada saca un facón caronero con mango blanco que
seguramente había obtenido matando a algún cristiano- Quidequeo te va a enseñar
como castigamos nosotros a los milicos asesinos, traidores y mentirosos....
El indio se mueve hacia mis pies blandiendo el
acero de un lado al otro mientras lo hace silbar en el viento.
-¿Querés que te suelte?
-Si... Tengo cosas que te pueden gustar.
Tengo ginebra, chinas, tabaco, todo para vos si me soltás...-le digo a sabiendas
de que es un comentario inútil destinado al fracaso y que el indio sólo está jugando con un milico
caído en desgracia y a su disposición-
-No. -dice, y sin mediar otra palabra comienza a
lonjear la planta de mi pie izquierdo-
Cada feta finamente cortada suma más agonía a mis
dolores, me quita el aliento, contrae mis músculos impidiéndome incluso el
gritar. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y las manos copian la
crispación de todos mis músculos, pero todo es en vano, estoy en manos de mi
torturador y nada que diga o haga logrará un cambio en lo que está decidido a
hacerme.
En algún momento pienso en dejarme ir, en
terminar definitivamente con todo, pero la muerte suele ser una mujer altiva
que nunca acude cuando se la necesita y menos en los sueños.
Una vez que Quidequeo llega al primer hueso
abandona mi pie desollado, se mueve apenas unos palmos y siempre con la rodilla
en tierra comienza a sacar lonjas de la planta de mi otro pie.
-¿Sabés qué Huinca? -Dice sin dejar de cortar-
Así tratamos a los nuestros cuando nos traicionan. Por más que te suelte no vas
a poder ir muy lejos y los bichos ya están oliendo tu sangre. Alhue me está
sonriendo mientras se frota las manos. -Señala el cielo en un gesto amplio-
Éste es tu Pikun Mapu. Pero no tengas miedo, todavía le falta mucho para que te coma las tripas...
Con el facón en la mano derecha y sin dejar de
hablarme toma mi escroto con la izquierda para comenzar a capar...
Artz está frente a mí con la cara crispada por la
preocupación.
-¿Bist
Du verrückt geworden Marcos? Te desperté porque empezaste a convulsionar...estabas como loco...scheiße... ¿Qué
te pasó hermano?
-¿!Que no andaba muy bien la cosa¡? !!Era una
puta pesadilla Artzy¡¡ ¿Vos me querés matar del susto?, mirá, mirá, todavía
tengo el corazón a todo galope y me tiemblan las manos y las rodillas, la puta
que te remil parió y la concha de tu madre...hijo de mil putas ¿Qué carajo me
diste? Aprendé a programar, pedazo de imbécil!...
-Tranquilo, ya pasó- me dice Artz en tono bajo y
tranquilizador- Te di la dosis baja. Está programada para terminar en quince
minutos. Tratá de recordar siempre eso. Poca bio-batería, lo manejo de esa
manera, es un truco que me enseñó Rudolf el jefe de desarrollo de BIOCOM. Ya estaba por terminar pero lo que me
preocupa es que hayas tenido una pesadilla. Se supone que los elementos toman
datos de tu memoria feliz los analizan, traducen y reproducen de manera vivida. Yo suelo
decir que leen tu memoria y forman algo así como el subtitulado de tus sueños. Como
en una película, si el traductor es bueno y se pone las pilas la entendés
completa pero si es malo y anda desganado o sin baterías, no va a tener ni pies
ni cabeza o va a ser toda una pesadilla. No te tendría que haber despertado. En
una de esas se ponía mejor.-
-¿Mejor? ¿Mejor decís, pelotudo? ¿Cómo mierda se
va a poner mejor si estaba estaqueado en el medio de la nada y un indio hijo de
puta me estaba cortando en lonjas la planta de los pies y las bolas...mejor me
decís? !! dejáte de joder..!! Andá a hacerte una enema de poronga !!
-¿Las bolas? Hay no, con eso no se jode. ¿Te
capó? Scheiße!...
Lo miro con cara de "Si seguís a
vos te va a pasar lo mismo" y él continúa hablándome sin darse por enterado.
-Macht nichts. Tengo que suponer que es sólo un
tema de carga. Le puse muy poca para que te despertaras pronto y puede que haya
afectado al programa traductor. Se fue para el lado de la memoria, por lo menos
estaba bien orientado, pero parece que no era para nada de la feliz o la estuvo malinterpretando-
-Ya se me pasa...dáme un momento...
-Si te sentís mejor mañana probamos con una carga
más alta y le programo unos limitantes sinápticos para que como medida de seguridad no puedan leer la
parte oscura de tu mente-
Más relajado pienso que a todo hay que darle su
tiempo y sus segundas oportunidades si se quiere algo bueno y más si eso en el
futuro va a ser libre de costo, así que me digo que total como todo es irreal,
como todo es un sueño que no puede dañarme, vale la pena darle otra oportunidad y aguantarme cualquier sufrimiento.
-Mañana. Todo sea por la ciencia y por que cuando
funcione me des toda la que quiera y...ojito...GRATIS.
No recuerdo si me fui y volví, o simplemente
permanecí durmiendo acostado en la misma camilla. Solo veo de inmediato a Artz
con su jeringa de luces de colores entrando en mis venas otra vez y como mi
visión se enturbia en medio de una nube de agradables sensaciones.
-Kein Problem... Se vá la segunda !...Aro,
aro, aro!!...- grita bailando una supuesta chacarera- Dale, pensá en cosas lindas salame. No puede fallar...- escucho
que me instruye Artz mientras la realidad se diluye.
Yo le señalo el techo con mi dedo medio.
Y veo un bosque.
Estoy sentado en una especie de hueco armado con
casi unos 50 metros de soga de cáñamo enrollada sobre sí misma formando un
barril. Frente a mí se extiende un claro de unos doscientos metros producto de
la tala pero sin tocones que impidan que el terreno se convierta en un futuro
campo de siembra. Aún así el sol apenas logra entrar con rayos oblicuos que
rompen la más cerrada oscuridad.
Me resulta extraña la opresión en el pecho y la
angustia que me cierra la boca del estómago con un doloroso nudo que no deja de
apretar, pero tal vez lo peor sea mi mente, embarcada en una serie repetitiva
de preguntas sin respuesta, vueltas a formular una y otra vez aún cuando parece
que la solución es imposible.
¿Por qué? Ella era todo. ¿Qué sentido tienen las
cosas ahora? y vuelta a comenzar.
Un Mustang amarillo del 57 se encuentra
estacionado a unos diez metros frente a mí. Su escape emite bocanadas de vapor
de manera acompasada y el rugido de su motor, como un monstruo de otro
mundo, se mueve por las frecuencias más bajas de mi oído haciendo callar
a todas las aves, ardillas y lagartijas del lugar.
Un extremo de la soga está atado con un ballestrinque
a un añoso roble junto a mí y el otro lo puedo ver en mis manos mientras
formo una ese, luego paso el extremo por una presilla dejando bastante cabo
para poder realizar la gaza. Sé que debo darle al menos seis vueltas para que
esté correctamente realizado. Lo hago y paso el chicote por en medio de la otra
gaza para finalmente apretar el nudo tirando de la primera.
Es el típico nudo que todo el mundo quiere saber
hacer por haberlo visto alguna vez en la televisión donde recibió el
ominoso nombre de nudo del ahorcado debido al macabro uso que siempre se le ha
dado, aun cuando también sea útil para salvar vidas, por ejemplo lanzándolo a
una persona que se está ahogando para que se lo coloque por debajo de sus
brazos, como si el nudo la abrazara.
Me muero por abrazarla aunque no sé quién es,
pero mi angustia se incrementa al pensarla. Ocupa toda mi mente. Ella no me
mira, ni responde ni me explica el porqué hizo lo que hizo. Observo sus firmes
nalgas, exponentes de una marcada lordosis lumbar que ilumina mi imaginación en
poses que serían rutinarias sólo para un entrenado contorsionista circense. Mi
cerebro afiebrado bulle en preguntas mientras mis pies sangrantes se mueven hacia el auto
arrastrando la soga que reduce sus anillos en la pila a razón de una
circunferencia por cada paso.
La puerta del conductor está abierta y la
ventanilla baja.
Entro a la cabina y me abrocho el cinturón de
seguridad.
Pruebo el rugido del potente motor dándole gas
una y otra vez con el acelerador, hasta alcanzar las 7.000 vueltas.
No sé cómo ni cuándo pero el nudo se cierra en mi
garganta generando el picor inevitable del cáñamo contra la piel. Giro la
cabeza y veo la línea de soga que parte desde allí hasta el barril y luego al
viejo roble. La presión en el pecho crece y un zumbido dolorosamente molesto va aumentando en mis oídos hasta hacerse insoportable.
Pongo primera, acelero a fondo y mientras una
lágrima inicia un río sobre mi mejilla, suelto el embrague y en medio de un
primer derrape que pone en vuelo hojas y tierra, comienzo mi carrera de
50 metros hacia la Nada.
Siento en el cuello el peso de la soga que voy
arrastrando tras de mí y que intenta sacarme fuera por la ventanilla. Pongo
segunda y acelero más sin escuchar otra cosa que el silbido que perfora mis
tímpanos, borrosa la mirada de tantas lágrimas y oprimido el corazón por una
angustia que quiero erradicar definitivamente mediante este evento.
Sé que el sol ilumina el parabrisas en el mismo
instante en que la soga llega a su fin y que el latigazo es fulminante,
haciendo que mi cabeza se desprenda del cuerpo aferrado al asiento por un
cinturón inercial, para así poder observar desde fuera como el Mustang amarillo
colisiona diez metros más adelante contra un ciprés que dibuja su contorno
sobre el capot humeante. Mi cuerpo asoma por el parabrisas destrozado y puedo
contemplarlo con los ojos que ya no están unidos a él.
Por detrás del árbol aparece una figura que
camina con un brazo en alto. Ni siquiera mira el auto o el cuerpo desmembrado,
simplemente se dirige donde mis ojos están atrapados por la soga. Pronto puedo
observar que es un conocido indio alto y demacrado como el propio Alhue o como
si la misma muerte lo hubiera alcanzado. En la mano que tiene en alto sostiene
algo ensangrentado y se ríe de mí mientras en la otra blande un facón caronero
de mango blanco.
Lo veo a Artz.
Intento golpearlo pero apenas tengo fuerzas para
vocalizar un insulto y llevar la mano hasta mi garganta para verificar que
sigue unida al resto del cuerpo.
-Nada, nada, nada... bien... Schade! No
sé...-suspira- Respirá más lento que ya se pasa...- dijo adivinando lo
desastroso del experimento- Insisto en que es un problema de carga. Algo falla
y hace falta un poco más de energía para asegurar una buena respuesta. Más
energía, si,...tengo que ver cómo...
Artz ve que con mi mirada lo estoy insultando más
de lo que mis energías podrían expresar.
Me da la espalda para no tener que lidiar con mi
enojo.
-Marcos, ya te lo dije: la clave está
en el subtitulado de los sueños, y hay algo en las cargas de bio-material
que está alterando las lecturas. Pienso que lo puedo solucionar. Teneme un poco de confianza y dáme un poco
de tiempo más. Necesito más energía...No puede fallar...
Y mientras intento responderle noto que la fuerza
regresa a mí mientras la angustia es reemplazada por sensaciones de calidez que
hacía muchos años había experimentado en el contacto con esa mujer amada.
Noto que el tiempo se ha alterado y que Artz está
vestido de otra manera, mientras cargando una nueva jeringa electrónica me da
un discurso del cual sólo logro escuchar una parte, tal vez la menos relevante,
o todo lo contrario.
-Te dije que lo iba a solucionar. Klar! Te
lo dije. Se terminó el problema...alles
in Ordnung !!-dice Artz casi saltando en una pierna y bailando de la alegría- pero para que funcione como Dios manda debí
extender la duración de las cargas bio-nucleares de cada molécula. Yo te lo decía. Hablé con Rudolf y dijo que tengo razón. Rudolf ¿te acordás? el de la BIOCOM. Creo que
ahora pueden durar eternamente, pero lo más importante es que
ahora sí deberían conseguir el subtitulado correcto de tus sueños y darte un viaje de primera
calidad...-
Lo miro cansado de tanto experimento y sin saber
cómo podría hacer para que toda esta locura pare.
-Relajate Marcos, éste va a ser un muy, muuuy, muy
buen viaje. Lo cargué como para que tengas algo de sexo. Digamos que como agradecimiento por todo lo que aguantaste. Estoy seguro que lo vas a disfrutar. No puede fallar...Auf keinen Fall!...
Cansado lo insulto digitalmente y me zambullo en
la más profunda oscuridad que apenas se ilumina con el contorno de una figura
femenina.
Una mujer conocida.
Inolvidable.
Eterna.
Una mujer conocida.
Inolvidable.
Eterna.
Ella me conquista con sus tacos aguja y las
puntas de sus zapatos apuntando hacia una intersección ubicada justo en medio
entre la nada y el infinito.
Parece un sueño hecho realidad...
Parece un sueño hecho realidad...
OPin 2014
En otras palabras e idiomas
Schnösel : gilipollas, pajero, mojigato.
mein lieber Freund : mi querido amigo
Huinca : Conquistador español (despectivo)
Alhue : Diablo
Miñche Mapu: la tierra de abajo, donde se encuentra la fuerza del mal o espíritus malignos.
Ngenechén : Dios
Wenu Mapu :espacio sagrado e invisible donde habitan la familia divina, los espíritus del bien y los antepasados mapuche.
Pikun Mapu : Lugar de Mala suerte.
Bist Du verrückt geworden ?: ¿Estás loco?
scheiße : mierda
Macht nichts : No importa
Kein Problem : No hay problema
Klar!: Claro!
alles in Ordnung : todo en orden
Auf keinen Fall!: de ninguna manera !
En otras palabras e idiomas
Schnösel : gilipollas, pajero, mojigato.
mein lieber Freund : mi querido amigo
Huinca : Conquistador español (despectivo)
Alhue : Diablo
Miñche Mapu: la tierra de abajo, donde se encuentra la fuerza del mal o espíritus malignos.
Ngenechén : Dios
Wenu Mapu :espacio sagrado e invisible donde habitan la familia divina, los espíritus del bien y los antepasados mapuche.
Pikun Mapu : Lugar de Mala suerte.
Bist Du verrückt geworden ?: ¿Estás loco?
scheiße : mierda
Macht nichts : No importa
Kein Problem : No hay problema
Klar!: Claro!
alles in Ordnung : todo en orden
Auf keinen Fall!: de ninguna manera !
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