El sonido a caucho quemado violó desgarradoramente el bullicio de la media tarde capitalina.
Un instinto feroz.
Un látigo reaccionando.
Girando apenas la cabeza pudo verlo volar en una acrobacia digna del mejor Ballet entre restos desprendidos de un rodado, el casco aún aferrado como salvavidas impotente en una mano.
Cual cámara lenta se hizo su descenso tardío, ganándole en gravidez a plásticos y papeles desbordados.
Dejó de mirar y con una mano comenzó el llamado incluso antes de ver su rostro enmarcado en filigranas carmesí que crecían como vegetación urbana escapándole a la vida.
Los sonidos se acallaron, solo queda el llamado de su celular y el mensaje dado, con promesas de prontas llegadas e inmediatas partidas.
Acuclillado junto al huerto desbordado de rojas llamas, posó su mano cálida y calma, por siempre tibia, sobre el dorso de aquella tan necesitada e inmóvil que yacía en medio de una multitudinaria soledad.
Y esa caricia bastó.
Un gesto humano y simple. Piadoso y leve.
Grandioso como la misma muerte.
OPin 2010
Un instinto feroz.
Un látigo reaccionando.
Girando apenas la cabeza pudo verlo volar en una acrobacia digna del mejor Ballet entre restos desprendidos de un rodado, el casco aún aferrado como salvavidas impotente en una mano.
Cual cámara lenta se hizo su descenso tardío, ganándole en gravidez a plásticos y papeles desbordados.
Dejó de mirar y con una mano comenzó el llamado incluso antes de ver su rostro enmarcado en filigranas carmesí que crecían como vegetación urbana escapándole a la vida.
Los sonidos se acallaron, solo queda el llamado de su celular y el mensaje dado, con promesas de prontas llegadas e inmediatas partidas.
Acuclillado junto al huerto desbordado de rojas llamas, posó su mano cálida y calma, por siempre tibia, sobre el dorso de aquella tan necesitada e inmóvil que yacía en medio de una multitudinaria soledad.
Y esa caricia bastó.
Un gesto humano y simple. Piadoso y leve.
Grandioso como la misma muerte.
OPin 2010
Hace muy poco empecé a leer a éste escritor y me encanta las palabras que utiliza para narrar sus cuentos. No soy una persona muy culta pero me encanta, a veces lo tengo que leer un par de veces para entenderlo. Es muy bueno en lo suyo...
ResponderEliminarMuchas gracias Raúl.
EliminarMe estoy dedicando a otros pasatiempos, así que si quiere disfrutar de buenos relatos, no dude en pasar por No Somos Escritores. Allí hay varios amigos que vale la pena leer.
Abrazo